Los retos que nos plantea ser Estudiante en Línea.
Las personas
cambian cuando se dan cuenta del potencial que tienen para cambiar las cosas.
Paulo Coelho.
Modificar o adquirir nuevas características que nos permitan
desarrollarnos dentro de un entorno en constante cambio es tener capacidad de adaptación. Y esa característica, en muchos ámbitos, es exigible y permanente
dentro de una sociedad que integró al cambio como cualidad propia. La vorágine
de los avances en las comunicaciones se proyecta también al sector educativo
que se está viendo en la necesidad de incorporar nuevas tecnologías, ya no como
una opción más, sino como parte fundamental del proceso de aprendizaje. Para la
Educación en Línea esa necesidad se convierte en obligatoriedad; así, el maestro
deja de ser el proveedor universal del conocimiento y pasa a ser un desarrollador
de las cualidades del estudiante que lo lleven a conseguir su autonomía didáctica;
por su parte el estudiante consigue por primera vez el protagonismo en el
proceso educativo, con una actitud más participativa y con mayor creatividad.
El reto, para el estudiante, consiste precisamente en “desaprender”
los antiguos paradigmas de la educación dirigida y adquirir el carácter activo
con mentalidad autónoma y con una actitud más comprometida. Significa que deberá
ser capaz de desarrollar las nuevas habilidades y características que demanda
el modelo de aprendizaje en línea. Tendrá que estar dispuesto a transformar la
pasividad individual en proactividad colectiva y volverse un “cazador” del
conocimiento, con el instinto para aprovechar las oportunidades bien
desarrollado, fortalecido con las herramientas tecnológicas actuales, guiado y
motivado por una nueva forma de docencia y respaldado por una Institución
Educativa de Vanguardia como lo es la UnADM.
El reto es adaptarse y evolucionar.
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